Ahora sí, ahora no. Me escapo, me escondo, me hundo, y me tiras del collar. Es como un sinvivir agridulce, que a veces aprieta y otras veces ahoga. Y las demás veces no existe vínculo.
¿Acaso la gente ya ha dejado de sincerarse para siempre? ¿Por qué se sigue, si en realidad se quiere parar, respirar, gritar y sonreir/llorar?
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